El edil era un antiguo magistrado romano encargado de gestionar los santuarios, inspeccionar y cuidar las calles y edificios del Estado, y controlar los juegos públicos y el coste del trigo y otros abastecimientos, así como la dirección de los festejos y la policia.
En principio eran dos plebeyos (vigilantes del templo de Ceres); luego fueron 4, y a partir de César fueron 6.
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