Capiteles como el de la imagen, que puede verse en el museo del Louvre (París, Francia), formaban parte de las treinta y seis columnas que sostenían el techo de la sala de audiencias, la Apadana, del Palacio de Darío en Susa, una de las capitales del imperio persa.
Reconstruido a partir de los fragmentos descubiertos en las excavaciones llevadas a cabo entre los años 1884 y 1886 por Marcel Dieulafoy, las figuras representan a dos toros arrodillados unidos por el dorso. El que la reconstrucción se haya realizado a partir de fragmentos de otros capiteles explica la diferencia de color de la piedra.
El acta fundacional de la ciudad dice que, siguiendo las indicaciones de los arquitectos persas, fueron griegos y lidios quienes tallaron las columnas de Susa.
Las columnas tauriformes de la Apadana de Susa, que medía 109x109 metros, tenían 21 metros de altura y los capiteles hasta 5 metros. Cada columna tenía un eje estriado de estilo jónico y el capitel combinaba sucesivos elementos de diferentes civilizaciones: de Egipto, cuerpos de palmas; de Grecia, cuerpos de dobles volutas; y por último, los toros arrodillados.
Tanto la techumbre como los arquitrabes, que es la parte inferior del entablamento* que se apoya sobre las columnas, debieron ser de madera.
*Entablamento: Elementos que se apoyan sobre las columnas en la arquitectura arquitrabada. Consta de: arquitrabe, friso y cornisa.
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