Ruta de la Seda: Oasis de Dunhuang
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Ruta de la seda
El oasis de Dunhuang (China), situado en el desierto del Gobi, a 2.500 kilómetros de Pekín y a 6 kilómetros al sur de la ciudad de Dunhuang, formaba parte de la Ruta de la Seda, siendo un lugar donde los comerciantes descansaban y se avituallaban.
La enorme duna situada al lado del oasis, llamada "la montaña de las arenas cantoras", alcanza en su punto más alto más de 1000 metros. Recibe ese nombre porque quien alcanza la cima puede escuchar lo que podría parecer el sonido de una flauta e incluso el estruendo de un trueno, especialmente si se escala un día lleno de gente, debido al desplazamiento hacia abajo de la arena en pequeñas avalanchas.
Este "fenómeno" ya fue descrito por Marco Polo:
"Las dunas que cantan a veces llenan el aire con los sonidos de toda suerte de instrumentos musicales, y también con el ruido de tambores y de choque de las armas".
El lago, con forma de media luna, mide 218 metros de largo de este a oeste y 54 metros de ancho de norte a sur, y el agua que contiene es agua pura de manantial.
Ante el dramático descenso que se había producido de la profundidad del lago en las últimas décadas, en el año 2006 el gobierno local intervino para rescatar el oasis.
Según una leyenda, fue justo en este lugar donde filósofos y pensadores taoístas construyeron un magnífico palacio con un lago en forma de media luna que estaba fuera del control de las arenas del desierto. Pero al poco tiempo, como consecuencia de un desastre natural, el palacio quedó completamente enterrado en el interior de una enorme duna, quedando únicamente el lago de la media luna y la montaña de las arenas cantoras como recuerdo de su grandioso pasado.
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