Alejandro Magno y su relación con Egipto
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En el año 332 a.C. durante el asedio de Alejandro Magno a la ciudad fenicia de Tiro una delegación egipcia le pide al rey macedonio que expulse a los persas de Egipto.
Ese mismo año del 332 a.C., entre los meses de noviembre y diciembre, Alejandro Magno toma Gaza en su camino hacia Egipto y entra en ese país por el puerto de Pelusio, donde se reencuentra con su flota. Mientras tanto, el sátrapa persa Mazakes no ofrece ninguna resistencia a la entrada de los macedonios. Alejandro Magno es recibido por los egipcios como el liberador del país.
En el año 331 a.C. funda Alejandría en el delta del Nilo, ante la isla de Faro. A continuación se dirige al oasis de Siwa, al templo del dios Amón. En Siwa Alejandro Magno consulta el oráculo, donde recibe al parecer su confirmación como hijo de Zeus-Amón y como conquistador del mundo. Este mismo año, en Menfis, Alejandro Magno recibe las insignias y títulos de los faraones y realiza sacrificios a las divinidades egipcias.
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| Oasis de Siwa |
A continuación Alejandro Magno deja Egipto a cargo del griego Cleómenes de Náucratis como gobernador y reanuda su avance contra el imperio persa.
Alejandro Magno no volverá a tierras egipcias hasta el año 323 a.C. cuando, tras su muerte, su cuerpo es llevado a Menfis para ser momificado y posteriormente ser trasladado a la ciudad que él fundó, Alejandría.
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