Situada en Bujará (Bukhara), Uzbekistán, se encuentra la Fortaleza Ark, la que fuera morada de los señores de Bujará durante más de mil años.
Bujará formó parte del imperio persa, del imperio macedonio de Alejandro Magno, del imperio seleúcida helenístico, del Greco-Bactriano y del de Kushan.
Cuando los ejércitos islámicos llegaron a la zona alrededor del año 650 d.C. se encontraron con un conjunto de 'principados' multireligiosos, aunque no conquistarían definitivamente Bujará hasta la batalla de Talas en el año 751 d.C. A partir de ese momento el Islam se convirtió en la religión dominante.
Antes de la conquista musulmana, Bujará se había convertido en un lugar de destino de cristianos nestorianos y de maniqueos, movimientos religiosos perseguidos dentro del imperio sasánida.
Posteriormente, a lo largo del siglo IX d.C., Bujará se convirtió en la capital del emirato samánida, una de las primeras dinastías de emires iraníes que ejercieron su poder después de la conquista musulmana, lo que supuso un renacimiento de la lengua y la cultura persa.
Esta histórica ciudad, junto con otras ciudades de Uzbekistán, como Samarcanda y Tashkent, era parte de la Ruta de la Seda que enlazó Asia y Europa durante la Edad Media y que hizo célebre Marco Polo.
A través de los siglos, las estructuras preexistentes en el lugar de la fortaleza han formado una colina artificial de 20 metros de altura.
La Fortaleza Ark fue bombardeada por los rusos en 1920 para derrocar
al último emir. La construcción que se puede admirar actualmente es una reconstrucción que respeta el original tal y como lo era durante los últimos gobernantes de Bujará.
Con forma de rectángulo irregular, las murallas tienen una longitud de 789,60 metros y una altura que varía entre los 16-20 metros.
Murallas de la Fortaleza Ark |
La entrada, como se aprecia en la imagen inferior, tiene torres de dos plantas a cada lado de la apertura en arco y
una galería entramada en lo alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario